viernes, 14 de noviembre de 2008

De vuelta al siglo XX

Publicado en "El Nuevo Día", el 14 de noviembre de 2008, en la sección "Voces".

El mero hecho de que existe la mínima consideración de aumentar la factura de la luz de aquí a 2012, según mencionó el director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Juan Alicea, le provoca vértigo a cualquiera que pertenezca a la clase trabajadora.

La AEE responsabiliza al consumidor por el uso desmedido de la electricidad, a través de su campaña publicitaria de concienciación para ahorrar electricidad, aunada a la presunción de que no tenemos conciencia.

En el punto en que estamos, la factura de la luz le ha descuadrado el presupuesto no sólo a los hogares puertorriqueños, pero también a muchos que tienen compañía propia. Muchos negocios han tomado medidas drásticas a consecuencia del costo de la energía, entre ellas, despidos de empleados, para poder pagar su factura. Me parece que nos dirigimos a ritmo acelerado rumbo a principios del siglo XX, época en que sólo el acaudalado tenía electricidad.

Las infames construcciones contemporáneas que no permiten la ventilación cruzada en los apartamentos, someten a quien pueda pagar por esos cajones, a asarse como un pavo en sus hogares, a salir corriendo al centro comercial más cercano para refrescarse o a hacer ajustes en sus gastos para poder pagar la factura.

La inercia con la que las agencias de Gobierno están tratando de resolver el problema de la crisis de energía alarma a cualquiera que sepa que Puerto Rico es un lugar idóneo para la producción de energía renovable, ya sea por viento, energía solar u oceánica. Y es alarmante, porque tienen las soluciones en sus narices y la excusa siempre es que no hay dinero que siempre está disponible para otras nimiedades.

La falta de acción rápida en este asunto es sólo una burbuja a la que no le queda mucho para explotar.