viernes, 14 de noviembre de 2008

De vuelta al siglo XX

Publicado en "El Nuevo Día", el 14 de noviembre de 2008, en la sección "Voces".

El mero hecho de que existe la mínima consideración de aumentar la factura de la luz de aquí a 2012, según mencionó el director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Juan Alicea, le provoca vértigo a cualquiera que pertenezca a la clase trabajadora.

La AEE responsabiliza al consumidor por el uso desmedido de la electricidad, a través de su campaña publicitaria de concienciación para ahorrar electricidad, aunada a la presunción de que no tenemos conciencia.

En el punto en que estamos, la factura de la luz le ha descuadrado el presupuesto no sólo a los hogares puertorriqueños, pero también a muchos que tienen compañía propia. Muchos negocios han tomado medidas drásticas a consecuencia del costo de la energía, entre ellas, despidos de empleados, para poder pagar su factura. Me parece que nos dirigimos a ritmo acelerado rumbo a principios del siglo XX, época en que sólo el acaudalado tenía electricidad.

Las infames construcciones contemporáneas que no permiten la ventilación cruzada en los apartamentos, someten a quien pueda pagar por esos cajones, a asarse como un pavo en sus hogares, a salir corriendo al centro comercial más cercano para refrescarse o a hacer ajustes en sus gastos para poder pagar la factura.

La inercia con la que las agencias de Gobierno están tratando de resolver el problema de la crisis de energía alarma a cualquiera que sepa que Puerto Rico es un lugar idóneo para la producción de energía renovable, ya sea por viento, energía solar u oceánica. Y es alarmante, porque tienen las soluciones en sus narices y la excusa siempre es que no hay dinero que siempre está disponible para otras nimiedades.

La falta de acción rápida en este asunto es sólo una burbuja a la que no le queda mucho para explotar.

jueves, 11 de septiembre de 2008

El hierro: extensión al ser inexistente

           Estaba viendo la galería de fotos en la página de Newsweek como motivo de la conmemoración de los siete años desde que se Estados Unidos recibió el ataque terrorista que movió el piso de los estadounidenses y del mundo, desde los ataques a Pearl Harbor. De las imágenes no estar acompañadas de un texto y unos hechos históricos que la mayoría de los ciudadanos conocen y  que le dan significado a las mismas, un extraterrestre que las vea  pensaría que los terrícolas adoran e idolatran el hierro.

            Es impresionante como los seres humanos lidian con la pérdida de la carne del ser amado. Es como si el hierro,  vestigio de aquél fatídico 11 de septiembre de 2001, fuese la única extensión que nos conecta a los seres perdidos en este evento. El luto nos hace tan vulnerables que el que se interesa por hacer una ganancia no puede evitar dejar pasar desapercibido el mercado del dolor. Sumergidos en nuestro sufrimiento y en la necesidad de tener la presencia de acercarnos a una carne inexistente, sucumbimos ante el silogismo de que si es el metal del World Trade Center donde quedaron huellas de ese ser que nunca pudimos encontrar, entonces ese metal será la lápida donde descansan los restos de quien dejó de ser, ergo, una extensión al ser amado.

              Por todos lados aparecen monumentos hechos con pedazos de hierro que quedaron desparramados en Ground Zero. Hay pedazos de hierro en California, en Virginia, en Nuevo México, en Florida, en Pensilvania; no dudo que algún día traigan un pedazo a nuestra Isla. Los calces de las fotos dicen “steel donated”, como si estos tuviesen algún valor monetario y se hace una obra de caridad al donarlo. Un artesano tuvo que pedir permiso para poder tomar un pedazo de hierro, de menos de un pie de largo, y soldarlo en forma de cruz para dejarlo en la Iglesia san Vicente de Miami, para que sus feligreses tengan todos los elementos necesarios para una conmemoración decente de los acontecimientos del 9/11. Para los que no son tan afortunados de vivir cerca de un monumento con hierro genuino del World Trade Center, no hay porque inquietarse. Por $19.99, podemos ordenar por correo un pedazo de hierro de Ground Zero, soldado con pulcritud y suavidad con el Salmo 37 soldado en bajo relieve, en un lado, y la bandera de los estados Unidos ondeando al otro, a través de Ebay, a ver quién da más.

lunes, 19 de mayo de 2008

La violencia, el racismo y el progreso contemporáneo

La violencia, sin duda alguna, es un tema que nos provoca a todos. Pero más provocador aún es el libro de Hannah Arendt, On Violence. Esta publicación que analiza las definiciones de los conceptos, poder, violencia, progreso, racismo y la importancia del bien común versus el individual puede ser tan honesta al punto de resultar antipática. ¿Pero a quién le gusta una honestidad que nos hiere?

Uno de los temas más vulnerables y que Arendt toca sin sutilezas, es el racismo, en el cual explora el concepto del racismo revertido. Al parecer son los mismos afro-estadounidenses quienes necesitan ese racismo que resulta en el sentimiento de culpa de los blancos. El hincapié hecho por los mismos afro-estadounidenses sobre su discrimanación fortalece el poder de éstos, ya que desarman al blanco caucásico con la carga moral y un sentimiento de culpa heredado de una generación que está muriendo.

Una porción de los afro-estadounidences se martirizan y segregan a sí mismos con revistas tales como Ebony, el canal de televisión BET, y al burlarse de la falta de capacidad de un blanco para convertirse en performer de música urbana, cuando por el contrario, deberían sentirse orgullosos que su música, su cultura y la belleza estética de sus cuerpos seducen a todas las culturas de todos los colores y sabores que habitan la Tierra.

En el tema del progreso, Arendt da justo en el clavo, cuando asevera que nuestra definición de progreso es lo que nos está llevando a nuestra ruina. Al menos los gobiernos democráticos tratan de complacer las necesidades individuales de los seres humanos. Lograr esta meta siempre va a entrar en conflicto con el bienestar común. Pues los gobiernos, al enfocarse en necesidades de cada individuo, son negligentes al no permitirle a cada uno luchar por su supervivencia. Son negligentes al no darle importancia al bien común porque como bien dice Arendt (1970) la comunidad permanecerá, pero al individuo sólo le espera la muerte. "There is a first of all the simple fact that the general future of mankind has nothing to offer to individual life, whose only certain future is death."(Arendt, 1970, pág.27) Parte de la personalidad individualista de los ciudadanos de democracias es tener sus 15 minutos de fama y tratar de buscar maneras de mejorar el mundo. Básicamente nos pregunta en términos filosóficos ¿Por qué mejorar lo que no se ha roto? Si se han creado unos sistemas políticos que funcionan ¿ Por qué continuar haciendo cambios? Sencillo, existe una necesidad de protagonismo individual que nada tiene que ver con alcanzar el bienestar común. Es el síndrome griego de dejar nuestro nombre en un párrafo de la historia.

Un ejemplo muy reciente de un intento exitoso de la búsqueda del protagonismo en los medios fue la protesta insulza e irracional que llevó a cabo el Frente Socialista, de los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico(UPR), durante el debate de los candidatos a la gobernación Anibal Acevedo Vilá, candidato por el Partido Popular Democrático; Rogelio Figueroa, candidato por el Partido Puertorriqueños por Puerto Rico (PPP) y Edwin Irizarry Mora, aspirante por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) (menos Luis Fortuño, candidato por el Partido Nuevo Progresista quien declinó la invitación), organizado por la Asociación de Estudiantes de Periodismo (APEP) de la UPR y que se llevó a cabo en el Teatro de dicha institución. La protesta duró dos minutos. Sin embargo, una vez más, Don Espectáculo recibió el destaque y las primeras planas de nuestra prensa local al día siguiente.

Es más fácil esconderse detrás del nombre de una organización y el bullicio, a dar la cara frente a frente al candidato, decir su nombre en el micrófono, y hacer el reclamo. ¿Por qué estudiantes arruinan un foro creado por estudiantes para beneficio del Pueblo? Un foro abierto para que el Frente Socialista dijera lo que tuviesen que decir como seres civiles que reclaman ser.

La violencia es sin duda alguna la acción del cobarde que conoce sus debilidades intelectuales y que probablemente ni siquiera sabe qué le molesta, por qué le molesta y cómo traducirlo al lenguaje. Sucumbe a la violencia porque tiene un capricho cuya utilidad no puede justificar racionalmente. Así grita a los gobernantes "¡Corruptos!", repitiendo, como el papagayo, el titular de una nota periodística cuyo cuerpo se refiere a otra idea. Este es el típico texto mediático producto de la anti-ética periodística y el que quiere ser protagonista de la historia se lo traga sin más ni más. Para luego autoproclamarse héroe de la Patria con pancartas inverosímiles.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Gazing through Delano's Lens

This note was previously published by The San Juan Star on February 4th, 2008. The published version has a few changes. This is the unedited version.

In a section of the book Puerto Rico Mío, its author, the photographer, painter, musician, and composer, Jack Delano, mentions the story about a fourteen-year-old boy who writes from El Paso, Texas, asking him for his autograph. Delano answers the boy’s letter, and asks him “What is it that you like about the Farm Security Administration’s (FSA) pictures?” The boy replied, “I like the pictures because they make ordinary people important”.

Jack Delano, Russian born and raised in Pennsylvania, United States, started working as a photographer for the Photography Program of the FSA in 1940. The FSA was created in 1935 as part of the New Deal to battle rural poverty. Jack and Irene Delano came to Puerto Rico for the first time in 1941 to photograph the depressed areas of Puerto Rico. Even when the FSA ceased its work in 1944, the Delanos continued their labor. They came back to Puerto Rico in 1979 and not only did they capture images that a few people thought were important, he also composed two songs performed for the first time by El Coro de Niños de San Juan, and published four books.

A genius is one who can see what everybody else ignores, and translates it into a representation that the rest of us can see through his or her gaze. Just as Auguste Renoir saw beauty in the everyday routine of the French aristocracy of the 19th century, Jack Delano could see the beauty and value of the workers and the average Puerto Ricans that inhabited this Island from 1941 until 1989. That is the value of documentary photography; it might not be news, but it will become an invaluable item when the represented scenes become unimaginable.

One could say that the foreigner’s eye finds something new everywhere it lays its gaze upon, but Jack Delano and his wife Irene, kept documenting Puerto Rico’s daily life even when they established themselves in Puerto Rico, in 1979. There is a beauty that goes beyond the scenes captured by Delano’s lens which is the reaction evoked by seeing what everything in this Island used to be. The tractor replaced the ox and the young faces are no longer concealed by the severity of a life in which those who did not work did not eat. Sometimes, it is just delightfully surprising to see that some places are left untouched.

It was a courageous move every time Irene Delano had to ask for permission to intrude in people’s lives just to freeze that moment in time. However, there is a lot of humility in the simple fact that the Delanos found a humble face, a woman cooking in her rugged wooden kitchen, and workers eating their lunch worthy of their lens. Jack and Irene Delano taught us that the sight of workers fixing the road, the landscapes we see on the countryside, children on their way from school, and the façade of the local bakery can become a treasure for generations to come.

martes, 13 de mayo de 2008

Violencia: vitamina para los nervios

Ayer tomé mi primera clase del curso "Violencia y carne", que ofrece la Universidad del Sagrado Corazón a nivel graduado. Es la primera clase en el tiempo que llevo tomando mis cursos de maestría que es tan activa y que me siento intimidada por mis compañeros. Hubo un comentario, de un compañero, de quien no recuerdo su nombre, que comentó que todo aquello que trata de romper con el status quo de una sociedad en particular es lo que gesta violencia. En ese momento pensé que ya no había más de que hablar en la clase. Me pareció casi una Ley, ya que las leyes se convierten en lo que son después de ser sometidas a pruebas una y otra vez. Y decir que la violencia es causada por todo aquéllo que amenaza con establecer nuevas normas (no importa cuan indefenso parezca) es una aseveración que la historia misma ha probado.

Antes de haber leído Ante el dolor de los demás (Regarding the pain of others), de Susan Sontag, me cuestionaba el uso de imágenes violentas en los medios de comunicación y luego de leerlo, más empecé a cuestionarlo. Pero, después de haber estado cuatro años en el ejército, dos de esos años en Irak, un año entero entrenando sólo para ir al Medio Oriente y parte de ese tiempo alejada de mi hija de menos de un año de nacida, decidí alejarme de todo aquéllo que fuese violento. Tomé esta desición, no sólo dizque por mi bienestar, pero pensé que era lo más saludable para mis hijos. Ahora mismo me cuestiono si fue una desición inteligente.

Sin duda alguna vivimos en una sociedad violenta. Han muerto menos de 100 puertorriqueños en la guerra en Irak que empezó en 2003, y en la Isla, el número de muertes violentas ya sobrepasa los 300 y apenas estamos en mayo. Así que la falta de sensibilidad a la violencia parece ser una necesidad para aguantar las noticias que nos llegan todos los días.
Mi estrategia de alejarme de todo aquéllo que contenga violencia, sólo me ha convertido en un ser débil que ni siquiera puede soportar las imágenes y la información que nos llegan sobre la tragedia que acaba de ocurrir en China. Las imágenes de padres buscando socorro para sus hijos es suficiente para desgarrarme y no querer leer una sola palabra más sobre ese terremoto.
Lo difícil de enajenarse de este tipo de información es que no es fácil volver a endurecerse. Una vez que se pierden las defensas no es fácil volver a adquirirlas, porque ver imágenes de dolor se convierte en una tortura . Pero es una necesidad, aunque me pregunto si estos visuales, no importa cuán morbosas sean pueden preparar a un sujeto para el dolor real.

lunes, 28 de abril de 2008

Investigación hermeneútica sobre periodismo participativo

¿Es internet un ente liberador? ¿Podemos decir que los seres humanos hemos encontrado nuevas formas de habitar en comunidad a través de espacios virtuales? Y finalmente, ¿Es el blog un ente democratizador? Todas estas y más preguntas surgen al embarcarse en la recopilación de tres ensayos, escritos por Adriana Gutiérrez Pacheco, estudiante graduada de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, “Blogs, esfera pública y el periodismo como conversación”.
Dicha antología es un trabajo erudito que cita los más grandes exponentes y estudiosos de las relaciones interpersonales entre sujetos a nivel virtual. La misma nos indica que lo que para muchos es nuevo en Puerto Rico, ya llevaba merodeando por el espacio cibernético hace más de una década, pero, que se hizo visible en nuestra Isla gracias a la iniciativa del director del periódico El Nuevo Día, Luis Alberto Ferré Rangel, al incorporar la herramienta blog a la página de internet de dicha publicación, www.endi.com . Gutiérrez se cuestiona, “¿Será que la implantación y asimilación de los blogs por parte de los medios tradicionales, responde a una estrategia comercial o publicitaria, aunada a un compromiso de responsabilidad social?”, pregunta que deja abierta a la interpretación después de la lectura de la tesis que ella propone.
Por otro lado, para aquéllos que piensen que la tesis defiende un instrumento al que sólo el cinco por ciento de la población mundial tiene acceso, Gutiérrez responde lo siguiente: “afirmo la idea de que esta nueva esfera pública supone un círculo de élite, audiencias cultivadas, con cierta literalidad, acceso a la tecnología[1] y cierto status económico que les permite darse el lujo de tener tiempo libre y de ocio creativo para discurrir sobre los distintos panoramas socio-culturales políticos y económicos a los que el blog hace alusión. Así pues, llegamos a la conclusión de que los blogs no son la panacea prometida, sino como afirma Blood (2002) estos son sólo un antídoto a los efectos de los medios corporativos”.
Más que una proposición, “Blogs, esfera pública y el periodismo como conversación”, es una excelente referencia para un tema, que aunque se ha estudiado, se ha hecho escasamente. Al mismo tiempo abre las puertas a un nuevo debate en el campo del estudio de las ciencias sociales. ¿Nos avecinamos a una nueva generación que ha encontrado nuevas formas de reunirse? ¿Se achica el mundo o se le está dando voz sólo a aquél que posea la tecnología para expresarse y se está marginando a quien no la tiene?¿Se le puede llamar democracia a una tecnología que favorece a una minoría con cierto nivel de poder adquisitivo? Las preguntas manan sin cesar con la lectura de esta obra y con ellas surgen nuevos conocimientos.
Para més información sobre la autora visitar Alba Crepuscular

La información como víctima de la guerra


La limitada información a la que los periodistas anexados a las fuerzas militares tienen acceso, por razones de seguridad nacional; el miedo de los ciudadanos a ser fuentes informativas y luego convertirse en objetos de represalias; el constante peligro en el que se encuentran los periodistas que pisan suelo iraquí y el espectáculo en que se ha transmutado este conflicto convierten a "la información en una víctima de la guerra en Irak", aseguró la periodista italiana Giuliana Sgrena, en la pasada conferencia de prensa celebrada en el Anfiteatro A-1 de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana (UIA), en Hato Rey.
Sgrena estuvo de visita en Puerto Rico para participar en el foro público "La prensa en Irak: una víctima más", copatrocinado por el Centro para la Libertad de Prensa en Puerto Rico y la Universidad Interamericana, en conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, el jueves 3 de mayo. El mismo se llevó a cabo en el Teatro de la Facultad de Derecho de la UIA.
Según Sgrena, corresponsal del periódico, Il Manisfesto,en Roma, Italia, "no tenemos más noticias sobre Irak." La información está limitada al conteo de víctimas sin rostro, que a fin de cuentas, ni siquiera presenta cifras certeras. "No hay nadie que se atreva ir a la calle y hablar con la gente de Irak, de Bagdad u otras ciudades de Irak, porque es imposible…porque existen grupos que no quieren que se den testimonios." Encima de ésto, aquellas personas que están dispuestas a dar sus testimonios ofrecen aseveraciones parcializadas, cuyo propósito es lograr la difusión de las ideas de un grupo particular.
Desde 1991, lo que vemos en los medios sobre la guerra es, según Sgrena, "un espectáculo". Las imágenes recibidas por las fuerzas multinacionales presentaban solamente "los aviones que iban y bombardeaban, pero nunca se veía el efecto, qué pasaba, quiénes eran las víctimas." Según Sgrena, ésto sentó un precedente de dar la impresión de que "se podía hacer una guerra quirúrgica", una guerra limpia con víctimas invisibles. La actitud de los medios de información también se vio afectada por la manera en que se empezaron a manejar los conflictos. Los medios solían enviar a los periodistas más experimentados capaces de desarrollar preguntas que pusieran en tela de juicio todas las partes que componían las guerras. Sin embargo, "desde 1991 los medios de información decidieron enviar gente que no conocía nada del sitio, pero que sabían contar las cosas muy bien", expresó Sgrena.
La percepción que los medios de comunicación han inculcado en la audiencia sobre la insurgencia también se ha visto afectada como consecuencia de los limitados recursos disponibles para crear información. Giuliana, quien es también una conocedora muy ilustrada en temas del Medio Oriente hace una distinción en lo que indistintamente se difunde en los medios como insurgencia. Estas dos categorías son, resistencia y terrorismo. "La resistencia son los grupos que quieren la liberación de Irak. El terrorismo tiene otra estrategia, otro objetivo, que es combatir el 'jihad' contra los infieles" afirmó Sgrena.
La experiencia de su secuestro y la impunidad de aquéllos que le infligieron profundo dolor a ella y a otros, ha traido consigo la frustración de saber que recopilar información en Irak es un caso perdido. Sin embargo, Sgrena se rehúsa a callar y propone que las reglas de combate en Irak sean enmendadas y se encuentren responsables cuando existen daños colaterales. A pesar de los sinsabores, el periodismo es la pasión de Sgrena. Aunque no ha vuelto a cubrir la guerra en Irak, sigue reportando desde el frente de batalla y nunca se arrepintió de fiscalizar en lugar de aquéllos que no pueden, porque "sólo el que tiene armas es el que tiene voz. "
Sgrena es una tenaz opositora de la invasión en Irak y dirigía el enfoque de sus noticias en Irak al quehacer cotidiano de los civiles en la guerra. Ya había visitado siete veces Irak antes de su secuestro, de 28 días, en dicho país, evento que le dio renombre a esta corresponsal. Es autora del libro, Friendly Fire, traducido en siete idiomas y es una activa feminista y pacifista. Como feminista, aboga por los derechos de las mujeres en países, tales como Afganistán e Irak, donde a éstas no se les han reconocido unos derechos que le corresponden.

Una mirada al valor del morbo

Tenemos empeño en dejar todos los horrores de la guerra documentados de algún modo, ya sea en fotos o a través del arte, el cine o cualquier medio visual, para que lo que pensamos fue verdad pase de generación en generación; tal vez es por esto que los genocidios que ocurrieron durante la colonización de América han quedado en el olvido; porque no hay fotos, sólo crónicas. Las imágenes icónicas parecen tener más valor que las que podemos reproducir mentalmente.
Según Sontag, el arte fue importante para la documentación de los horrores de la guerra, pero es con la fotografía que esta tendencia toma auge y validez. Ella compara al pintor, Francisco de Goya, y su documentación de la guerra civil en España, con su serie de aguafuertes “Los desastres de la guerra”, y al fotógrafo Robert Fenton, quien fue el primer fotógrafo en inmortalizar los horrores de la guerra de Crimea, en 1855, la primera guerra que se fotografió. Mientras que Goya sólo puede pretender que sucedieron cosas tales como las que él describe pictóricamente, Fenton puede decir que lo que se ve en el plano ocurrió frente al lente de su cámara. Eventualmente, los medios se dan cuenta del impacto que la fotografía tiene en los lectores de medio y usan este recurso con más frecuencia para mantener o aumentar su audiencia. Hoy día, no creo que haya una intención deliberada de congelar estos hechos en la historia con el fin de rentabilizarlos, pero tampoco la descarto. Susan Sontag reconoce que hay una necesidad de documentar estas imágenes, que en su mayoría son morbosas, pero cuestiona el que éstas se hagan públicas, con la excusa de que no se olviden.

“Quizá las únicas personas con derecho a ver semejantes imágenes de semejante sufrimiento extremado, son las que pueden hacer algo para aliviarlo- por ejemplo, los cirujanos del hospital militar donde se hizo la fotografía- o las que pueden aprender de ella. Los demás somos mirones, tengamos o no la intención de serlo”. (Susan Sontag, 2003, pág.53)

Es menester aclarar que Sontag se limita a las imágenes de las guerras y no a las producidas a causa de desastres climatológicos o todos aquellos fenómenos que el humano no pueda controlar. No es que una pérdida tenga más importancia que la otra, la pérdida humana siempre es trágica, especialmente cuando se trata del indefenso. El horror estriba en el hecho de saber que el sufrimiento fue causado por otro ser humano. El saber que existen seres semejantes a nosotros, física y biológicamente, que son capaces de infligir tanto dolor sin tener misericordia.
El que individuos de una especie sean capaces de matar a otros del mismo grupo, desde el punto de vista biológico, es una rareza. Tan rara que se considera un dato importante saber que el chimpancé y el humano comparten esta característica. Recientemente, la revista “Time” publicó un reportaje sobre este tema, en el que se indica que “they [chimapanzees] also share some human-like behaviors. They prey on other animals and occasionally murder each other”[2] . El profesor de antropología de la Universidad de Harvard, Richard Wrangham también hace mención de este dato en su libro “Demonic Males”, cuya reseña encontré en la página cibernética de la BBC. “The only other primates that kill their own kind are in fact, us. Humans and chimpanzees show a common aggressive tendency and will actively seek out and kill members of their own species. Chimpanzees and humans are the only other species that, out of 4 thousand other mammal species and 10 million other non-mammal species, have been observed to hunt and kill members of a rival group”.[3] La característica de asesinar a su propia especie no es instintiva, no es una de esas características que compartimos con el resto de los animales, es exclusiva del humano y resulta que el chimpancé ha demostrado que puede tener human-like behavior. Estar consciente de este dato hace que el asesinato parezca mucho más horripilante, porque nos abre los ojos de que algo que llevamos haciendo por millones de años no es natural; es una aberración.
Existe un sentimiento de culpa, prácticamente inevitable, ya sea porque no hicimos nada para evitar que esto sucediera o porque, sencillamente, no fuimos víctimas y estamos seguros en nuestros hogares, al menos por el momento. No obstante, hay que reflexionar qué ganamos y en qué contribuimos a nuestro crecimiento moral e intelectual con ver fotos morbosas de vidas destruidas por la guerra. Como ya mencioné previamente, no se ha evitado que se continúen perpetrando genocidios. Este tipo de documentación solamente le es útil al que va vaya a hacer algo al respecto, por ejemplo, un médico o alguien que esté investigando estos casos. De otro modo, como dice Susan Sontag, somos mirones, y los medio se aprovechan de esto. Sontag menciona la rentabilidad que tienen estas imágenes en los medios de comunicación al escribir que “debemos reconocer que el sufrimiento tiene público”. Sin duda alguna, el sensacionalismo vende. Ya sea por curiosidad, por querer estar informados o porque nos gusta lo morboso, las fotos más controversiales son las que venden un medio con más rapidez, ya sea noticioso, educativo, o un texto que tenga como propósito entretener. ¿Entretener?, sí, entretener, un ejemplo del morbo como entretenimiento es la famosa serie de vídeos de “Faces of Death” o “Traces of Death”. En estos vídeos el narrador no te dice qué es lo que está sucediendo, ni por qué, ni en dónde; el único propósito es el de anonadar. Hemos llegado al punto de entretenernos con el morbo, cada vez son más la s personas que no se horrorizan, incluso, existe el tipo de persona que disfruta de las mismas. Se sientan con sus amigos a ver quien aguanta más morbo. ¿En qué nos hemos convertido? Llega un momento que el estar expuesto a tanto morbo nos insensibiliza. El sufrimiento ajeno no importa porque está muy lejos de nuestro patio. La guerra en Irak con la cual, recientemente, nos han bombardeado con imágenes e información, se ha limitado al conteo de víctimas que no tienen rostro. Ya no es nuevo, perdió el elemento de rareza, porque se convirtió en la norma. Es por eso que los eventos del 11 de septiembre de 2001, tuvieron el impacto que tuvieron. Es inconcebible que la sangre corriera en nuestra acera, eso no pasa en este rincón del mundo. La muerte y los horrores de la guerra nos aburren. Necesitamos cada día más morbo, más sangre, más mutilación para conmovernos. Lo que en un momento dado se utilizó para despertar la rabia, la tristeza y la reflexión ya perdió su impacto, la muerte sólo tiene un efecto perenne y genuino cuando la miramos de frente, no detrás del lente.

La desinformación lacera la democracia

“En Puerto Rico, no hay ningún déficit, el déficit está en el bolsillo de los políticos”. Estas fueron las palabras de una dama en una cafetería con respecto al tema de los arbitrios. Estas palabras cerraron todo el espacio para el debate y la discusión. A mi entender, la dama no estaba proponiendo soluciones alternas al problema del déficit, sólo especuló que el arbitrio es un capricho de los políticos para echarse más dinero al bolsillo y no para resolver un problema, porque no hay un problema que resolver. Ella estaba ajena a un dato que lleva cubriéndose en los medios de comunicación de nuestra Isla hace más de un año y con una periodicidad, prácticamente, diaria; que en Puerto Rico hay un déficit de $1.5 billones y una deuda de $39 billones.
Ciudadanos como esta dama ejercen su derecho de escoger a los legisladores y gobernantes que rigen nuestra Isla. En Puerto Rico nos jactamos de que el 81.57 por ciento de los votantes inscritos participa en las elecciones generales, comparado con un 55.3 por ciento de la participación en las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Sin embargo, este año, se demostró que no se necesita un porcentaje alto de votantes en la ciudadanía para hacer una diferencia y un cambio en el gobierno. El pueblo estadounidense dejó saber a través del sufragio que hacía falta un cambio, cuando el Partido Demócrata ganó tanto la Cámara, como el Senado. No hicieron huelgas, no paralizaron el gobierno y no rodearon la Casa Blanca, simplemente votaron.
¿De qué nos vale que más de un 80 por ciento de los puertorriqueños voten si no saben por quién están votando o no tienen una perspectiva crítica de lo que está ocurriendo en el país? ¿Acaso no es mejor que vote una minoría bien informada a que voten muchos por el simple hecho de ejercer su derecho al sufragio? Nos quejamos de que los políticos son unos corruptos y de que ya es tiempo de limpiar la casa, pero somos nosotros quienes les devolvemos el empleo a los mismos políticos cada vez que votamos. No nos damos cuenta de que tenemos el poder de limpiar la casa democráticamente.
La ignorancia y la desinformación de la ciudadanía facilitan la opresión por parte de los gobernantes. Ya es tiempo que los puertorriqueños comencemos a ejercer nuestros derechos democráticos responsablemente, tomando decisiones bien informadas para el bienestar común.